martes, 26 de mayo de 2009

Hoy


Hoy no tengo ni la más mínima idea de algo que pueda dejar plasmado en esta hoja digital, hoy no tengo ni la más mínima intención de violar el vacío con mis escupitajos insolentes que guardo en mi gabeta neuronal, ¡ni siquiera estoy en una silla cómoda! Quizá podría malabarear letras hasta encontrar algún sentido concreto a algo que quiera comunicar pero resulta que soy un torpe y me cuesta coordinar los movimientos; a veces tropiezo cosas y las dejo ahí rodeadas de disculpas. Y otras veces abuso de las conjunciones para poder conectar los distintos garabatos que van apareciendo en mi cerebro, otras veces repito las cosas para darle algún tipo de musicalidad musicalidad musicalidad. Por ahora, me dedico a coleccionar cadáveres exquisitos, leerlos, doblarlos estrepitosamente y arrugarlos, es inevitable. Hoy no sé por donde comenzar, no sé por donde terminar y tampoco sé como dejar de retorcer los dedos de los pies cuando pienso en lo que voy a escribir, me siento lo más comodamente posible, coloco mis dedos sobre el teclado negro y dejo que la incertidumbre dictamine la ficción. A veces me gusta jugar con el silencio, moldearlo, regocijarme en su densidad, otras veces lo saturo y éste me insulta por mi atrevimiento (¿qué carajo te pasa a ti, vale?), sin embargo, dialogo amablemente con él hasta que me permite usarlo sin ningún tipo de condiciones. Sinceramente, me resulta simpático. Hoy, ahora y ya, me decido a no prestarle mucha atención a los discursos engañados y fortalezco mi poca tolerancia. Aglutino estupideces, las coloco en ésta superficie blanca, me rasco la cabeza incontables veces y las dejo ir, las dejo empezar a formar parte de la gran red dominante. Ojos sordos y oidos ciegos

2 comentarios:

  1. Camilo Maldonado:

    Desde el blog en apoyo al “Premio Maria Amelia López Soliño” a la mejor bitácora escrita por una persona de la tercera edad, te agradecemos el cariñoso comentario de condolencia dejado en su blog y te animamos a estimular a los más mayores a seguir su ejemplo.

    Un saludo afectuoso.

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  2. "la incertidumbre dictamine la ficción"... lo escribiré detrás de mi estampita de San Mentira.

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