miércoles, 3 de junio de 2009

Poema dos

Noche sin luna en la que tu voz resuena
suavemente, hay un susurro silente
que va lento lamiendo los lirios de mis orejas.

Tus besos me dibujan, me hacen perfecta.

Sombra que socava mis espacios
que me eleva al paraíso de otros tiempos.

Doce, trece, catorce y quince veces.

Toco tierra despacito, vaciándome poco a poco
quedando cada vez más blanca, terrenal
preparándome nuevamente para empezar el despegue.