sábado, 22 de agosto de 2009

Miss uñas de los pies

Cuando abrí los ojos por segunda vez en mi vida, tenía 18 años y estaba sentado en una calle mojada con gente desmayada, después mas nunca intente abrirlos, pero hace como tres días perdí el control de mi pie derecho, se movía por todos lados libre, iracundo por no ver, se raspaba contra cualquier pared, espejo, muro, columna, arco, monumento, estatua, crucifijo, limando las uñas de sus dedos, afilándolas, endureciéndolas, justificándolas; así pues llegamos hasta la madrugada de hoy, el pasillo blanco de la clínica estaba lleno de rastros rojos amarillos y pequeños pedazos de piel y grasa. Se acerca un doctor de nariz grande de pasos pequeños de miedo en la voz : ¿qué pasó como te pusiste así?
- todo empezó hace como 20 años mi pie derecho se salio de control, no me importo la principio, empezó a afilar sus uñas, empezó a tener mal carácter, pero nunca pensé que perdería el control hasta hace unos meses, parecía obediente caminaba hacia donde yo quería se movía con la fuerza q yo necesitaba; de pronto atacaba gente por la calle, el zapato protegía a las victimas de sufrir lesiones por culpa de miss uñas, pero pronto aprendió a romper los zapatos a causar heridas en peatones, papas, presidentes, prostitutas, porcentajes, puertas, pisos, platos y así fueron pasando cosas hasta hoy en la noche, estaba viendo una película de un asesino q mataba gente con un taladro cuando mi rodilla se empezó a inflamar, crujía y se sentía extraña pero agradable, estaba un poco fumado así que decidí dormir como a eso de las 12, vuelvo a abrir los ojos repentinamente, recuerde doctor q yo no abría los ojos desde los 18 años y lo ahí a mi pie derecho con las uñas brillantes y plateadas como la luna, como la saliva de tayson, dispuesto a patearme la cara, empezó por los parpados, la uña del dedo gordo se incrustaba en la carne entre el hueso y la piel, luego los labios me los desprendió con un solo movimiento, con todos los dedos del pie rompía mis cachetes, la nariz, luego, salió por la ventana y fue ahí cuando lo perdí de vista, como supuse que lo merecía vine hasta acá a bordo de mi otro pie, pero se q no hay nada q hacer.

2 comentarios:

  1. A veces resultaría muy conveniente poder desmembrarse una parte del cuerpo por simple comodidad. Luego, cuando ya no sea tan conveniente, volverlo a poner en su sitio.

    ResponderEliminar