martes, 11 de agosto de 2009

Amor sincero


Me gusta cuando sangras, amor mío, soy sincero.
Me gusta cuando tus lágrimas rancias cubren la delicadez de tu rostro lleno de ronchas coloridas a causa de tu hemorragia. Sangre por todo tu delgado cuerpo, finos riachuelos que recorren tu vellosidad de selva amazónica en un instante.
Te vuelves insoportablemente atractiva a mis ojos.
Tu sólo olor provoca mareos, ¡oh diosa de incesante sudor axilar!
Abrázame con pasión.
Pega tu cabeza al techo y ráspala con furia incesante, muérdete las encías en señal de éxtasis, parte tus dedos repetidas veces y no parpadees. No parpadees.
Muéstrame tus frescas heridas.
No dudes en besarme, destruye mis labios con tus podridos y afilados dientes; sonríe para mi. Piénsame cuando no estemos cerca.
Dulce criatura con polio,
reina jorobada,
espectáculo de arrugas,
¡déjame lamerte!
Beso tus cadillos cada noche de placer y pienso en mi dicha. Llenas mi cama de oscura sangre con coágulos tóxicos que me ayudan a recordarte.
Rásgame.
Exótica pestilencia hecha mujer.
Abrázame con putrefactas tetas y no me dejes solo cuando aúllo
Estrangúlame

3 comentarios: